«Por cierto…¿Y qué fue de Peggy Sue? » o sobre la nostalgia cero.
Hoy se quejaba alguien de que no hacían más que llegarle a su correo electrónico invitaciones a cursos para aprender a vivir en pareja. Dejando de lado lo muy inconvenientes y poco delicadas que suelen ser estas invitaciones, amén de no dar en el clavo, vaya, creo que está por escribir el gran libro de los banners publicitarios de gmail , facebook y demás lugares de vicio y perdición.
Lo de las invitaciones es curioso. Llegan automáticas, cuando te has dado de alta en un sitio vete tú a saber por qué, ofreciéndote descuentos, la delgadez embotellada, la riqueza en un horizonte y la madre del cordero. De repente, pasan también los años y te llegan las consabidas invitaciones a la conmemoración del tal o cual aniversario de una promoción. En eso andamos ahora.
Una es práctica y poco dada a ciertas melancolías. Cree que el camino se hace hacia adelante, vaya por Dios. Y no entiendo, repito, no entiendo qué puedo llegar a tener ahora en común con gente que aparecío en mi vida por camaradería de pupitre o por obra y gracia del abecedario que nos sentaba a todos los Gómez y Garcías juntos, en compacto pelotón, en aquellas clases superpobladas de principios de los 80. Nunca sé qué actitud tomar ante la propuesta de estos contubernios. Hay gente, mucha, a la que he perdido de vista y que he retomado por obra y gracia de Facebook y ha sido, simplemente, genial (Juanjo, Sergio, va por vosotros). Otra, simplemente, me la refanfinfla. Soy una borde, ya lo sé, pero no tengo un corazón tan grande. No le veo, no le pillo el punto a reunirme veinticinco años después con compañeros con los que sólo me unió cercanía de apellido. Saber si te has casado, si eres un supertriunfador, etcétera me parece un infantilismo de Monopoly (hago un hotel, lo vendo, avanzo tantas casillas, cómo molo y además te lo enseño, porque si no, no mola nada). Y si bien es verdad que no tuve una experiencia de BUP de "niña friki marginada que leía a Poe en el baño y en su casa fabricaba la bomba atómica" (tíos, fui delegada de curso dos veces, ya es más representación sindical de la que alcanzaré en mi edad adulta) no sé si me interesa saber, en realidad, de las vidas y milagros de mucha gente. Digamos que estoy pelín infoxicada, vaya.
¿Tiene sentido ponerse un modelazo del copón y llegar una noche a un lugar en el que casi no vas a reconocer a nadie? Comentar las calvicies, barrigas, desencuentros…¿es eso legítimo? Llegar en edad adulta a hacer un recasting de la amistad ¿me dará la oportunidad de entender ahora a alguna gente? Los promotores de estos eventos ¿se acuerdan de gente a la que ni miraban por el pasillo y la invitarán? ¿Y cómo será la reacción de ellos? Yo tengo grandes amigos y amigas de esa época y sigo viéndolos. He sido partícipe de sus vidas, alegrías y miserias. Para mí, la vida ha ido haciendo selección natural y en mi equipaje, creo que ya lo conté, hay mucha ropa vintage, mucha, de épocas muy lejanas. Y he ido incorporando, y también soltando, a otra gente. Hacia adelante. Siempre.
Como no tengo personalidad de ningún tipo me arrepentiré, seguro, pero iré. Porque si no voy, es peor. Y claro, no quiero que piensen mal de mí. Y estaré pensando en todas las películas con grandes momentos fin de curso, baile de graduación o "evento memorístico-de los veinticinco años de" . Desde Carrie, por ejemplo (mal rollo). O Regreso al futuro, o Peggie Sue (NO quiero volver a esos años, eso desde luego, se lo digo desde aquí a mi Karma). también puedo marcarme un baile travoltiano en medio de la pista…O mejor, mucho mejor: voy a decir que soy la inventora del Post-it , como hacían Romy y Michelle… a alguno habrá que le cuele.
Tengo un amigo que, tras haber disfrutado de una rizada cabellera durante su adolescencia, fue perdiendo el cabello progresivamente ,hasta alcanzar los treinta y pico coronado con una muy digna calvicie. Cuando se reunió,en una de esas cenas, con sus compañeros de hacía veinticinco años, llevaba una camiseta personalizada con una foto juvenil estampada por delante, y una leyenda que decía «Yo era así». LA reacción de sus ex-compañeros, y sobre todo ex-compañeras, era curiosa.Primero, miraban a la cara del descononocido de forma extraña, como diciendo «¿Y este qué pinta aquí?». Luego miraban la foto de la camiseta y se tapaban la boca ahogando un grito de sorpresa. LA tercera reacción era la más dispar: a veces besos y abrazos, a veces muecas de disgusto o desprecio. La imprevista situación debilitaba las autocensuras, y hacía aflorar reacciones sinceras de amor o/y odio. (Imagino que el y/o es cacofónico aquí :P)
«Para mí, la vida ha ido haciendo selección natural» that’s it
@Da Cova: Yo creo que las que miraban con desagrado son unas estrechas. Con la mitología que hay con los calvos. Real, en ocasiones. Díselo a tu amigo de mi parte.
@isi: ¿Has visto lo fino que me quedó lo de los modelitos vintage en la maleta? 😉
..si es que no paras de darle pan al comercio: maleta, vintage, maleta-vintage, catecismo vintage, etc
Se vas, vas porque che dá a gana, con ou sen personalidade. Lémbrasme un amigo de adolescencia que, cando non facía o que el cría conveniente, dicíame: ‘Eres un pelele’. Creo que estes econtros serven para colocar cousas vellas no almacén interior; asuntos que deixamos desatendidos e que medraron na sombra, para cargarnos cun peso que non sabemos de onde vén.
A Xan da Cova: a preposición ‘o’, en castelán, abrangue tamén o valor de ‘y’. Este uso tan estendido de ‘y/o’ entra na categoría do pleonasmo.
Bicos, apertas, saúdos cordiais, fanfarrias e pirotecnia.
Amigo Carlos o «o» con valor de «y/o» é o «o lóxico» ou «suma lóxica» da «álxebra de Boole» ou «älxebra proposicional. Equivale á «Únion» na isomorfa «álxebra de conxuntos». Pero como non estaba seguro de que ese senso coincida có senso filolóxico, preferín non arriscarme na casa de unha recoñecida filóloga. 😛
Por certo, o símbolo do «ó lóxico» adoita a ser «v», e o do «y lóxico», «^». No slang informático anglosaxón chámanlle, respectivamente, «copa (cup)» e «capa (cap)».
Hai que ter unha pronunciación do inglés como a da Princesa Sigrid pra diferencialos fonéticamente.A saber cantos circuitos dixitales rematarían mal fabricados si o personal non fora un nativo da lingua inglesa! . HAHAHAHA.
Moitas grazas pola información, Xan. Quedo algo máis desasnado.
Unha aperta