Momentos Casimiro

¿Os acordáis de Casimiro el monstruito delicioso que nos mandaba a dormir? ("Fuera calcetines, me pongo el pijama…"). Cuando yo estoy en mi momento Casimiro-a punto de quedarme frita, en medio de un mar de periódicos domingueros, novelas mediadas, el portátil, quizás un cuaderno, etc- se me ocurren pensamientos variados y surrealistas. Quien en ese momento no se ha acordado de, por ejemplo, sacar un "tuperguay" de la nevera para el día siguiente, apagar el gas (los que somos bomboneros y no estamos en el dospuntocerismo del gas natural),recordar el maravilloso tendedero que nos explayamos en poner fuera con la connivencia de la pícara sonrisa de Mario Picazo mientras oimos como caen chuzos de punta o ponemos en el mueble de la entrada la receta que hay que ir a comprar ya o el resguardo del certificado que iremos a buscar el último día. Ya sabéis que soy una prosaica, nunca seré una niña fina ni brillaré en sociedad, pero ahora que me he levantado para comprobar que he apagado concienzudamente el último pitillo y, por ende, no saldremos volando ni yo ni mis vecinos con su envidiable vida sexual ( y perro coñazo, todo hay que decirlo), me acuerdo de ti y te escribo algo como esto:
"Ahora, frente a esta pantalla que tiembla, me acuerdo de muchas otras noches divagando entre líneas. Aprendiendo a reconocerte, a palpar los latidos que ibas dejando entre párrafos, siguiendo tímidamente el rastro de tus palabras. Cómo podía ser tan mío y tan nuestro aquel estado de complicidad que se esconde tras un tipo de letra que no es la tuya, porque hasta desconozco algo tan privado y propio como tu caligrafía. Pero podría encontrarte en medio de muchas ortografías porque, como buena lingüista, me he apropiado de esa gramática privada que establece, por orden, primero la curiosidad, luego el deseo y después algo más. Y ahora que he podido decírtelo clavándote los ojos, en miradas intensas, traspasando la frontera que nos habíamos impuesto, te digo, y te repetiré todas las veces que quieras, que adoro tu sintaxis."
Qué alegría que estés de nuevo, sana y entre nosotros, los que adoramos tu sintaxis. ¿Por qué escribís tan bien, princesa?
O Santo, bendito sexa, habita nas letras.
Sigue traspasando fronteras. Nos encanta. Un beso.
Yo llevo en el iPod una versión del Buenas Noches Casimiro de La Cabra Mecánica.
=)
Eres todo un descubrimiento……besos, Casimira