Despertares (8)

Le gustaba observar su perfil en silencio, antes de que él despertase. Respiraba acompasadamente, los brazos abandonados, la sábana apenas enrollándose en su cintura, asomando de nuevo por la espalda. Su piel, que la había invadido en noches infinitas; sus ojos, ahora cerrados, pero que le habían mostrado un nuevo lugar en el mundo, un destino azul, un camino diferente. Sus brazos, con los que quiso ponerse a remar hacia un nuevo puerto y que la habían sostenido para no caerse. Cogió una tiza y dibujo el espacio de su silueta en la cama. "Así podré recordarte cuando no estés aquí"-le dijo, bajito, aunque él no podía oirla-"déjame quedarme con algo más que el recuerdo." No importaba que se borrase. Cuando él cerró la puerta de entrada, arrastrando su equipaje con ruedas, ella se dio cuenta de que le faltaba un trozo de alma. Era lo primero que él había guardado, cuidadosamente, en la maleta. Y, sin querer pasarse en los límites, se acostó, acurrucada, en el espacio que ya estaba completamente reservado para él.
Precioso y, además, esperanzador, Princesa. Gracias por recordarle a esta pinturillas que se pueden dibujar perfiles como recuerdo de VIDA y no sólo para indicar el lugar que ocupó el «difunto».
Por que nos entregamos só aos baleiros?
Moitos bicos
Unha patria é un lugar no mundo. E as persoas que amamos -no presente e no pasado- son as nosas verdadeiras e únicas patrias… Maravilloso texto. Un bico moi moi grande
me parece un relato sobre el amor y el cariño muy bonito.sobre la vida y la muerte muy dulce.precioso relato!!!!!!!