Anchoas y Tigretones

Lo que es a veces Navidad

xmas spiritUna querría volver a la Navidad envuelta en luces y castañas. Tienes, a cambio, la que te toca en la rutina de ser la adulta de repente, con mínimas bolsas de viaje, lejos de aquellas vacaciones comenzadas con el soniquete de los niños de san Ildefonso y continuadas por sesiones de cine, los Reyes que tanto miedo daban con su negrura de tizón y mentira; los primos invadiendo las casas con  tardes de merendola, con James Stewart y Bing Crosby en su blanca Navidad.  Eran el principio de la convivencia general para los hijos únicos, la sorpresa inaudita de los vasos de agua y los platos con turrón que desaparecían tras el paso de los visitantes orientales la noche del 5 al 6 en el recién estrenado enero.  Eso y mucho más era la suspensión del rigor en los horarios, los papeles arrugados y los polvorones siempre indigestos, la Navidad con familias Hollister en la tele que no discutían, la tuya era distinta pero recomendablemente feliz, menos televisiva y más real; con madres que supervisaban los regalos pedidos y obligación de jugar con todo.  El día 7 o el 8 del nuevo año las carrozas volvían a ser calabazas, todos hacían cuentas y tú pensabas que maldita sea, que andar de puntillas «para no romper el hechizo» no valía la pena si te esperaba la tercera evaluación o el tabaco escondido en el buzón vecino, aunque eso ya fue más tarde, cuando los seis de enero tenían menos sorpresas y eran solamente los libros imposibles y los discos de 45 rpm.

En 2014 vas en un autobús el día 23 de diciembre, un autobús algo desvencijado y antiguo que une alguna ciudad dormitorio con el centro de la ciudad en la que saltabas charcos por primera vez y enhebrabas rebeldías con programas nocturnos de la tele, esos donde salían pelos cardados y chicos ingleses con pómulos decadentes. No sabes si ya es tu ciudad ahora, pero sabes que eres la adulta que ve esa calle engalanada con algo de distancia y distraídamente, absorta en planes domésticos que no has buscado y que te caen con una mezcla de responsable desesperación y hermosa devolución de cariño.  Vas con esa bolsa de fin de semana y sube una señora muy mayor acompañada de la que, supones, es su hija.  Y es el auténtico y nada Dickens espíritu de las Navidades pasadas: una señora tan excéntrica en su maquillaje exagerado como el pelo de tigre de su abrigo mentiroso, su raya de ojo hasta las sienes y su parloteo incesante. Y hay ese momento, ese, perfecto y único en el que reconoces todo aquello anterior: su dedo apoyado en el cristal, su nariz llenando de vaho esa ventanilla. Y su cara de Navidad e ilusión auténtica al mirar las luces del Corte Inglés, el engalane algo hortera e intenso de las calles, esos momentos de disfrutar esa efímera anarquía de horarios extraños y matasuegras, eso, todo aquello que hacía que tú fueses tan navideña y lo contaste aquí pero quizás no aquí.  Y te das cuenta de que a pesar de los parques temáticos, a pesar de los tickets regalo y las enchentas sin fin hay algo definitivamente encadenado a tu infancia, a eso que soñabas durante todo un año y que se evaporaba tan rápidamente. Porque la Navidad es infancia, cualquiera de ellas, desde Louise May Alcott a la niña de las cerillas, del niño de Dylan Thomas que veía nevar en Gales hasta el sofocante y extraño diciembre sureño de Truman Capote. La ilusión, eso es. La ilusión de la niñez. Ya no hay nada más, la Navidad más hermosa es siempre la que recuerdas, la que casi creas y eriges en un Exin Castillos de todos los años y que derrumbas después a golpe de años y maldita madurez.

Y, joder, es maravilloso que la más adulta de las adultas, con su abrigo extravagante y su mirada excéntrica te recuerde, a ti que creías estar de vuelta de todo, lo que era navideño.

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5 pensamientos en “Lo que es a veces Navidad

  1. Felicísimo 2015 (e que nolo conte por aquí)

  2. Es terrible caer en el tópico deseo y ya pa morirse querer ser original… pero para eso está este blog, para x. ej. leer cosas sobre la Navidad sin ñoñerías y con fundamento: mmmm!….. yo, en prosa llana y de ir por casa, no me resisto a desearos a ti y a los lectores de este blog un BUENíSSSSSiMO 2015 !!!! Gracias, Sigrid, por mantener el blog y seguir escribiendo: FELiCiDADES !!!

  3. Pingback: Mayores | Anchoas y Tigretones

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