Anchoas y Tigretones

Archivo para el día “abril 23, 2012”

En un cuaderno Moleskine (19): leyes de la Física

 Penny and Sheldon 

 «Time for a break»imagen tomada de fanpop.com. 

Hay días en los que el cansancio es bandera. Y los insomnios provocan casi escrituras automáticas. Hoy el cuaderno alberga estos párrafos:

«Nunca hemos estudiado las leyes de la Física.  Pensábamos, con la displicencia del que no comprende, que explicar el mundo, así, en abstracto, era algo inabarcable y qué pereza, para qué, por qué.  Era como era y ya está: una belleza un tanto trágica.  Sí, había una rendida hermosura en toda aquella retahíla de números, flechas, colores.  Mirábamos las fórmulas que llenaban pizarras y cuadernos, libros y enciclopedias, con la devota admiración del que se encuentra por primera vez ante la piedra Rosetta. Pero toda aquella severa poética, la que coqueteaba con las leyes de la termodinámica, con los puntos de apoyo y con algunos rincones de los teoremas, la tenía él en la mano.: «No sé si podemos seguirnos. No sé si podemos separarnos. No sé si podemos ser nosotros». Claro que era incomprensible.  Y quizás, solo quizás, lejano y complejo.

Y aún así era su lugar en el mundo.  Donde habitaba la ternura siniestra, una cueva acogedora de vampiros punk, la risa que se contiene al entrar en un museo, la absurda discusión bajo la lluvia de uno de los primeros finales. Y su risa por la mañana, la misma que  se echa tanto de menos al  llegar a casa de noche, y él ya no espera desde el mediodía, con el sandwich de jamón y el café, con su velocidad para desaparecer arrastrando su maleta llena de incertidumbre.»

Un momento: ha hablado de primeros finales, ¿verdad?. Qué curioso: principios y finales,  museos y piedras Rosettas. Al final ellos sí lo habían entendido sin darse cuenta que es, por lo visto, el mejor de los aprendizajes. Ellos eran, juntos, la demostración imposible de la teoría del caos. Separados eran islas de información sin sentido.

Había que elegir.

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