Anchoas y Tigretones

Archivo para el día “agosto 10, 2011”

En un cuaderno Moleskine (12): diapositivas

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Hoja escrita por las dos caras:

"Ya lo he dicho antes,pero me sorprendo todos los días. Este verano es de turista inesperada y, a la vez,reconocida.  Han cambiado poco los paisajes, o mejor, vuelven a repetirse. Recuerdan a las diapositivas obstinadas y traviesas que se atascaban en el proyector y asomaban una y otra vez-también como los cucos tristes de los relojes-en aquellas clases que nos parecían tan modernas de ciencias naturales en EGB. La profesora pulsaba y pulsaba con cierto nerviosismo para pasar a la siguiente, y nada, la imagen terca y absurda de la polinización o del aparato digestivo volvía una y otra vez, para regocijo de la concurrencia que, todo hay que decirlo, era un público ganado de antemano a cualquier línea fuera del guión. Desde este sillón en el que escribo (¿para qué tengo un mal llamado "estudio" si solo me sirve para amontonar fotocopias, libros que no leo y cuadernos que mal colecciono? Ese es otro tema : sigo), intuyo cómo el día va atravesando a los transeúntes, les traza un itinerario, de la panadería al Kiosko, del súper al estanco, del bar al portal. Hay momentos de perversidad absorta en los que querria tener un mando a distancia y cambiarles los recorridos y ver qué sucedería cuando un no fumador se encontrase a si mismo abriendo un paquete de tabaco recién salido del estanco, cuando el que se obstina en sobrevivir al margen de todo se sorprendiese al ver que existe algo llamado prima de riesgo o que aquel que no sabe ni dónde está su propia sombra tuviese que repartir el correo. Reconozco que todo esto me dura poco y vuelvo a mirar la pantalla temblona, agradeciendo este alfabeto saltarín y este calendario a medio hacer que permiten vagar y divagar. Los bikinis y las toallas, las ferias del libro, el ausente despertador, amigos que vienen de visita, otros que han desaparecido persiguiendo un  Eldorado salvaje de la vacación con kilómetros de por medio. Aparecen en estas diapos detenidas y frescas, de cóctel a media tarde y de sal por las mañanas. De bicicleta y de reflexiones, de hacer papiroflexia en las terrazas con las servilletas de las tapas, de mensajes muy lejanos y encendidos, tensos y predecibles como las mareas. De música nueva y con una voz que, a veces, se atasca como las diapositivas. Pero que me sigue ofreciendo, como este verano distinto, tan diferente a lo que habíamos planeado, imágenes y sugerencias tan nuevos, viejos y contradictorios como la vuelta a casa cuando no te has ido nunca."

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