Despensa
El paquete de cereales había caducado en abril. Se dio cuenta, por primera vez, del tiempo que empleaba en escudriñar ese anodino rostro del futuro. Las fechas de caducidad servían de recordatorio. Iban cambiando los meses, los días, incluso los años. Pero el atún y el tomate frito eran siempre iguales, sólo que de otro momento. Sonrió al pensar en aquella familia de "El turista accidental" y su ceremonia de organización de la despensa. Por orden alfabético : arroz, boloñesa (salsa), café, calamares (lata), dátiles, espárragos y espaguetti (lo ponía así), frutos secos (variados), garbanzos…podían seguir sin rumbo, hasta esa zeta que parece infinita e inalcanzable al empezar a cantar el abecedario. La distancia de enero a diciembre era proporcional a la que había entre las anchoas y los tigretones. Y, era verdad, muchas cosas se acababan incluso antes de empezar. Como esos cereales, sonriendo en su absurda inexistencia, oxidados antes de tiempo, jubilados de su propio destino. Le daba lástima deshacerse de ellos. Los sintió huérfanos en su cuenta atrás, en ese abril contenido en una caja de cartón. Pensó en sus propios abriles, en sus mayos y junios, en todos los calendarios que habían volado así, sin sentirlos. Que habían sido huéspedes y no invitados. Abriles sin fotos y mayos de reacomodo. Reajustándose en la caja de cartón como ropa aburrida de otras temporadas. Abril de 2011 sin llegar y que ya se había ido. Un mayo sin sol. Un junio de músicas y domingos. Y un verano que comenzaba. Se negó mentalmente a que ese principio tuviese que tener un lugar entre la m de los melocotones, la p de la piña o la s de las sardinas. No había que etiquetar. Ni pensar en caducidades. El reflejo del sol entraba por fin y era ya para quedarse. A pesar de las cortinas. Y de que, como siempre, se le quedase alguna conserva caducada en la despensa. En el fondo es la naturaleza de los escorpiones.
Cuánta creatividad!
Os cereais caducados en abril están perfectamente; a ver se agora temos que someternos a todas as cifras que poñen os fabricantes nos produtos. No turrón, 30 de novembro.
Supoño que pasan moitos abrís e moitos xaneiros, pero sempre nos queda toda a vida por diante.
Bicos mil
Pois a min gústame ter a despensa organizada, aínda que desde logo non uso nin a CDU nin a orde alfabética.
Non se preocupe pola caducidade dos cereais: eu mesmo descubrín hai pouco un kg de arroz que caducaba pouco despois de virme a este tobo, e pronto fará 4 anos; estaba bon, nin mellor nin peor: lembre os cereais que se atoparon na tumba de Tutankamon, caducados si, pero xermolaron.