Mínimos y máximos
René Magritte Horizonte con sombrero
Los mínimos: los requisitos, las notas de corte, los idiomas, las licenciaturas, los másteres y los grados. La estatura, las películas toleradas, el puré que te tienes que tomar para que mamá no se enfade, la edad para relaciones consentidas y para el tabaco. Y, sobre todo, la poca experiencia que tienes para estar en esta cola.
Los máximos: No hay vida más allá del número 40 de pie, demasiados diplomas, mucha teoría, demasiadas ilusiones, la paga semanal para tus gastos, el horario de vuelta a casa, demasiados meses en blanco en tu vida laboral, y muchos días para venir hasta aquí, muchos papeles que rellenas, muchas preguntas que te hacen sobre lo que haces. Y, sobre todo, los muchos años que ya tienes para estar en este lado de la cola.
Quien no haya pasado una mañana en una oficina del INEM no entenderá lo que he escrito arriba. No es ni más ni menos que parte de las dudas que se tienen entre pasarse a una fila o a otra. Si querer ser más o ser menos. Las dudas sobre todas esas fotocopias que llevas en la carpeta. Las dudas sobre ti, esas son las peores. El caso es que nunca sabes dónde quedarte. Los chicos de Full Monty aprovechaban la cola para ensayar. A mí ya hace mucho tiempo que esa escena no me hace gracia. Quien no haya pasado por esto alguna vez no lo entenderá. Y tendrá mucha suerte.
A min isto sóame a un principio moi estendido na relación pais-fillos: quérote con tal de que non sexas ti.
Para min, a vida non se suxeita a parámetros lóxicos; exprésase en todas as dimensións con igual potencia. No entanto, demasiadas veces nos mantemos na vella inercia, e aplicamos desde dentro o que xa consideramos natural, de tanto escoitalo desde fóra.
Moitos bicos
Seguro que xa mo terá lido, pero ninguén dixo nunca que a vida fose fácil. Como consolo non serve, xa o sei.
Por fortuna non o estou vivindo eu. E unha reflexión do que vexo tódolos días cando paso por diante desa oficina do INEM. E porque penso que non se pode esquecer.