En un cuaderno Moleskine (6)
El Moleskine sigue dándome sorpresas. La última es esta hoja, que, desde luego, promete una nueva vía:
"Me hace gracia, porque estoy escuchando "Ocho y medio" de Nacho Vegas y aquí también gotea un grifo desde hace tiempo. Llevo conviviendo días, semanas y meses con ese tictac, con ese runrun,ya tan cotidiano que ni lo siento ni lo noto. Desde este sofá veo el rastro que las gotas de lluvia han dejado en la doble ventana, es el poso de ese invierno en el que todo voló. Antes me fijaba más en el reflejo del sol, ahora sólo veo rastros de gotas de lluvia. Pienso en que alguien debería limpiarla, como una letanía, como una nueva fase de la procrastinación, como si no supiese que si yo no lo hago, nadie lo hará. Ya olvidé cómo es la teoría del dúo, el no importarme el olvidar el pan porque siempre a alguien le iba a emperezar menos que a mí salir a comprarlo y, además, traer el de cinco cereales, que es el que más me gusta. Pero claro, la pereza casa bien con el espíritu libertario, el de la reina del castillo que visitan capitanes, donde se rinde pleitesía, pero no hay pensión completa. No, la maldita tiranía de los objetos inanimados que pertenecen a una realidad paralela, molestan, pero no superan. A veces añoro el plural sostenido en dos cepillos de dientes, en distintas cajas de cereales de desayuno, en ponerme pantalones ajenos. Pero más que nada la tela de araña trenzada al leer el periódico por encima de un hombro. Algunos días hasta me jode que nadie complete los crucigramas inacabados. Pero he de decir que son los menos. Si quisiese comenzar ahora un diccionario, no comenzaría por la ese. Lo haría por la ele. Libre y con nombre propio. Con todo lo bueno y lo malo, que lo hay".
Vexo algo moi fermoso en cambiar a zapata da billa, en ir mercar o pan e sentilo nas mans, en pasar o aspirador, en utilizar a miña enerxía en que o meu mundo inmediato colla o seu aspecto hospitalario.
Bicos
Todo, incluso las relaciones, tiene su pro y su contra. Lo importante es que te fijes en los pros. En tantas y tantas L, que las hay. ¿Qué podemos ver, lágrimas o lluvia? Supongo que va según los días. Una buena taza de café, un buen cuaderno y una pluma de punta blanda que deslizan bien en papel y esas reflexiones también están dentro de la L. Me ha encantado. Muchos besos
La añoranza de lo que falta, siempre; la búsqueda constante de lo que no se alcanza, la ilusión. Yo siempre he completado los crucigramas. Pero tengo los pies tan fríos…
Besos Sigrid!
Unha das boas cousas de internet é que nos axuda a confesar preguizas e a recoñecer almas xemelgas: temo as zapatas das billas, non compro pan do día, gardo as follas do crucigrama branco de El País, semana a semana, pero fágoos de pascoas a ramos; temo que algunha folla teña aínda data do século pasado.
Saúdos (grazas pola visita)