Analógico/digital (3)

No sabía cómo decíselo. La verdad : aquello no iba bien. Abrir el buzón del mail no era ya emocionante,no la hacía temblar. Todos sus mensajes eran powerpoints anodinos, repetidos, con rositas que se abren, pensamientos de Tagore, música chill-out, y peticiones de no romper la cadena. "Yo no me echo un novio digital para que me pida que siga con lo mismo", se dijo a sí misma. Decidió que ciento cuarenta caracteres eran suficientes. Abrió su Twitter. Y escribió: "@misterx me gusta la vida fuera de todo esto. Quiero cervezas, mirar a los ojos, realidades que se rompan. No funcionamos. Adiós". Qué fácil. Y aún le habían sobrado…Al poco rato, su línea de twits empezó a llenarse de su mismo mensaje pero partiendo de otros habitantes. Con arrobitas y reenvíos. Cada vez un poco más pequeño su mensaje original, la cadena crecía. Se empezó a añadir, al final, una especie de miniestrambote común, una coda en todos ellos, una almohadillita (algo así #) con la leyenda #noteaguanto. Contenta de su recién estrenado estatus de creadora de tendencias, sonríe pensando no sólo que siempre hay un roto para un descosido, sino que cuando no se te ocurre nada interesante siempre puedes retwittear.
Capitán, mande firmes.¡Viva el Twitter!!
Repetir pensamentos alleos. Romper porque rompe todo o mundo. Esquecer as propias pantasmas, porque ninguén as recoñece. E as cervexas que só representan desexos de premios sen pagamento, nunca un sabor verdadeiro, unha apetencia ou un rexeitamento en por si.
Bicos
Pois mire que eu non lle acabo de coller o gusto ao twitter; teño conta pero como se nada: meros tanteos.
Supoño que tamén me dá un pouco de medo abandonar o blog polo twitter que, non mo negue, dá moito menos traballo.
(e digo eu, xa postos, como é que non se pasa nunca por Ithaca?)