Despertares (3)
Abrió los ojos, sin querer, por pura rutina. Porque no sabía, en realidad, si era mejor abrirlos o dejarlos cerrados para no ver. No sabía lo que podía ofrecerle una nueva jornada. Fue reconociendo el olor, aquel olor, volvió el miedo, aquel miedo, las angustias, terrores, pánicos. Disparos al alma. Sin manta y sin almohada. La noche no era mejor que el día. Ni el día era mejor que la noche. No tenía lágrimas. Solamente miedo. Y hambre. Y no podía permitirse el lujo de tener pesadillas porque no tenía ni lujo ni pesadillas, y porque el despertar, de nuevo, no era mejor que el dormir. Pero abrió los ojos.El caos era lo que atornillaba los párpados a la cabeza, a su cuerpo, a su vida. Sí, la vida.Era una suerte poder despertarse. Lástima que, desde hacía una semana, todavía aquello estaba allí. Y no era un dragón lo que estaba a su lado :era la implacable combinación de miseria y muerte. Y da mucho más miedo.
Y nosotros nos quejamos por un simple resfriado!!!!!. Ésto si es una verdadera historia de terror.
E teñen a mesma dignidad ca nós, aínda que creamos velos desde arriba. A súa experiencia vital vale o mesmo ca a de calquera.
Bicos
Carlos
Qué pena y qué drama. Espero que despierten lo antes posible de esa pesadilla.
Qué pena y qué drama. Espero que despierten lo antes posible de esa pesadilla.