El porqué de la Princesa Sigrid
Para Xoan da Cova, que era fan de Sigrid de Thule
Muchos de vosotros, que no me conocéis personalmente, me llamáis en vuestros comentarios "Princesa". Otros, que me conocéis y apreciáis, utilizáis ese nombre para encabezar mails o conversaciones profundas e íntimas. Ya alguna vez alguno me ha saludado por la calle con un "Adiós Sigrid". Me habéis pedido que cuente por qué me llamo así y así lo hago.
¿Qué es lo que me gusta tanto de Sigrid como para adoptar su nombre?. Los seudónimos con referentes literarios, televisivos, comiqueros o reales, son, además de un plagio de los que somos mediocres o faltos de imaginación, un piropeo a la mitomanía. Como todos sabéis quien es el Capitán Trueno no voy a aburrir con documentación extraída de la Wikipedia o de las páginas que miles de millones de fans le han dedicado. Sigrid es la primera heroína del comic que tiene su propio reino sin ser una amazona, que profesa un amor leal y valiente sin guardar ausencias absurdas de llantinas y telenovelas y, sobre todo, es independiente. No es la odiadora del género masculino que desea el exterminio total e indiscriminado de los hombres o convertirlos en cerdos como Circe en su isla, sino una compañera de igual a igual. Sigrid no espera tejiendo. Viaja con el Capitán a cualquier lugar. Se queda cuando quiere quedarse en Thule a regir los destinos del, supongo, diminuto país. Pero como soberana de esa Insula Barataria, de ese lugar indeterminado en la geografía infantil, se perfila como una antiPenélope. Alta y rubia, de cabellera larga y mirada sensual, con un look de diosa nórdica, merecería un spin-off del tebeo. Nunca lo tuvo y no porque no lo merezca, sino porque con sus hechos y su fama eclipsaría a un Capitán que derrocha testosterona de posguerra.
Me puse este nombre porque me gustaría ser así: valiente y decidida, heroína y compañera, amante y amiga. Gobernar mi vida como si fuese Thule, con mano firme, voluntad de hierro y sentido del humor. Como no soy Sigrid, a pesar de ser alta y pseudorubia, me conformo con tomar prestado su nombre en sincero homenaje a un personaje único. Y no consentiré ningún chiste ni comparación que me incumban sobre el hecho de que sea Elsa Pataky la elegida para interpretarla en el cine…
Mira que soy paleto (a veces). Me sonaba mucho lo de Sigrid pero ya no me acordaba del Capitán Trueno, aquel que leí tanto en mi infancia (cuando ya no se llevaban los comics). Yo soy Capitán, pero nada que ver con él. Me llamaba electrón, pero decidí ponerme Capitán Clostridium inspirado por esa figura que veréis de cuerpo entero en mi post de hoy (y que conste que no lo digo por hacerme spam). Me gustaba el nombre inventado (tiene mucha ironía lo de Clostridium) y me inspiraba humor y ternura a partes iguales.
Gracias princesa por tus comentarios en mi blog. Para mí es desesperante ver que no me comenta casi nadie. Creé el blog como un espacio de opinión y parece un espacio de reflexión personal y unidireccional.
Mi heroína!!!!!!!!!!!!
Siempre estuve enamorado de ella!!! :)))))))
Lo que no somos (o quizás si)
Tenemos esa extraña confianza en que un nombre sea una carta de presentación de unos valores y características de las que nos gustaría presumir. Nos lo mutamos, el nombre, o lo enriquecemos con ciertas referencias de cuando pensabamos que las cosas, quizás podian ser como luego no fueron o como no supimos hacerlas. Solicitamos la esperanza infinita de un mundo más «de colorines» o quizás en blancio y negro, pero siempre de trazo fresco y sincero. Nos pasamos mucho tiempo deseando ser mayores para poder tener aventuras como nuestros heroes de infancia. Ahora que somos «adultos y responsables» o más bien, tenemos que fingir serlo proque es lo que toca, anhelamos la ingenuidad de creer que otro mundo es posible, otro mundo que palpamos y sentimos dentro porque no ha crecido, pero que no nos atrevemos, ni tan siquiera nosotros mismos a escupir en nuestro entorno mas cercano, por miedo a que no nos reconozcan, ni tan siquiera los que saben nuestro verdadero nombre.
Y esta bonito ser así, de imperfecto.
Jamas entendí como Sigrid se enamoraba del capitan Trueno y no de Goliath, mucho mas fuerte, noble y guapo que el capitan,…ese mr.perfecto que nunca se equivoca, con sus cabellos lacios siempre limpios, sus y a ellos,…que le veria?… . Que prefiriese Trueno a Crispin es normal, pero no a Goliath, el verdadero heroe de las aventuras.
Elsa Pataky seguro que escoje mejor.
Algun dia me transmutaré en Silver Surfer, mi personaje de còmic favorito.
Yo no sé si en Thule, pero en el reino de las anchoas y tigretones tu mano es firme, se te supone una voluntad de hierro y ya quisieran muchos guionistas profesionales (pienso en ciertas series de televisión) presuntamente cómicos tener tu sentido del humor.
Por cierto, bienvenida del reino de Marruecos, seguro que fue un viaje genial y me imagino que probaste los productos de la tierra
Capitán, no te desanimes por los comienzos: son siempre así. Animo y en mí tienes una seguidora
Nexus: la desgracia, la gran desgracia de la edad adulta es darnos cuenta de que, cuando ya sabemos jugar se ha pasado el momento del juego.
Robert:Claro que debería enamorarse de Goliath, pero sin comparación, vamos… 😉 Ya hablaremos de Marruecos por mail.
Da Cova: Una vez que uno se enamora de Sigrid es un amor que le persigue siempre.
Querida, admirada y respetada princesa. Le invito a que pase por mi barco (=mi blog) para que vea los cambios realizados y me diga si los ve bien o si antes estaba mejor. Creo que está todo más bonito, limpio y ordenado.
Saludos desde alta mar.
A una princesa, como Su Alteza Real, se la reconoce nada más verla. Y se le concede el tratamiento que merece de acuerdo con su status. Sigrid estará agradecida. Seguro.
A una Princesa, como Su Alteza Real, se la reconoce nada más verla. Infeliz quien no se dirija a ella con el tratamiento que merece, de acuerdo a su real condición. Sigrid estará contenta. Hasta creo que la he visto sonreír…
Totalmente de acuerdo,Sr.Prem Kaur
A princesa Sigrid sempre está lonxe. Un día collerá o drakkar e arribará ás costas de San Gonzalo, para lle dar unha aperta mentres el ora por cada barco destruído.
Bicos de ondas lenes na mañá misteriosa.
¿Dónde estás, princesa?
http://www.diariodelaire.com/2006/03/nostalgia-de-sigrid-reina-de-thule.html