Fragmentos de un diario futuro III (o un cuento para un niño un poco mayor)

Podía recorrer su espalda de memoria. Sin haberle tenido jamás en el hueco cálido de su cama, decidió guardarle ese lugar. Coleccionando definiciones, astronomías variadas, referencias y escenarios fue tejiéndose un espacio cada vez más corto entre ellos. Se regalaron varias noches, miles de abrazos, casi algunas lágrimas.. Sin citas ni preparativos, de forma salvaje, otras calculada, fueron aprendiéndose el uno al otro. Recitándose mutuamente. En eso andan….Y no saben, porque no lo saben, que es único. Y perfecto. A lo mejor porque es así de raro. O así de real.
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Foi unha paixón
inducida
unha sobredose
de dopamina
que me metín
sen pensar,
como fan os rapaces,
asi,
por probar,
probar
que estou vivo,
probar sensacións,
esquecidas,
meter a cabeza
baixo a agua
e non saír
ata case afogar
o que non sabía
era esta maldita
reacción
do corpo,
da alma,
da mente,
esta anguria,
esta especie
de mono,
non inducido
agora
o que toca
e deixar que o reloxo
faga o seu traballo
ou voltar ao comezo
e sen querer
aprender
…..nada……
…..nada…..
…..nada……
Me quedo con una frase(«Se recitaron mutuamente»)que encierra todo un Universo.
Nada hay mejor que esa sensación de «dejarse llevar», Como un manatial que se deja caer por la ladera de una montaña, donde todo son piedras, al gun arbusto y unas vistas maravillosas.
Bicos
Encantador escrito. ¿Continuarà?.
Ana, tus palabras siempre me calientan el corazón y hacen que mis taquicardias, cada vez mas habituales, se disparen. Te quiero.
Recitarse mutuamente es el sentido de encontrarse, mi Capitán. Si no…¿para qué?
Lu, claro que sí. Imaginemos paisajes pintados a dos manos o fotografías tomadas desde el ángulo más íntimo del alma.
Da Cova…¿y tú que crees? Imagino que habrá que esperar a que Altair, Vega y Deneb luzcan en esplendor a partir de junio para esperar la continuación…
Así de real.
Real.
Como me gusta esa palabra aplicada a todo lo bueno.