Asideros vitales, mundos de ficción, realidades duraderas
Una vez escuché a Manolo Rivas diciendo que la poesía era la escalera de incendios de la vida. La literatura ya sabéis que es para mí un proceso paralelo,intrínseca y paradójicamente relacionado con esa "espuma de los días", con el cada vez más furioso devenir inexorable que es el tiempo. La literatura no es un fin, es una ayuda. Benditos sean los días que leemos, que escribimos o que hablamos, como me dijo Carlos una vez, "de todo lo que leemos y lo que vemos". En momentos en los que una está cruzada, o desengañada o cabreada contra el mundo, harta de creer que es una freak incomprendida o alguien demasiado popular, abre la novela El corrector de Ricardo Menéndez Salmón y se encuentra un párrafo como el siguiente, que habría querido leer de rodillas:
"A menudo Zoe, cuando me encuentra tirado en la cama con mi Onetti, mi Cheever o mi Kawabata en la mano, me llama cínico, eunuco y otras lindezas por el estilo. En esos momentos de rara armonía yo suelo sonreír como un buda ilustrado, abro el libro igual que un abanico y le propongo que nos demos un buen revolcón, pues sé que al regresar de su carne tibia, más allá del músculo y la vena, más allá de nuestro goce y nuestro sincero amor, siempre estarán ellos esperándome".
Ricardo Menéndez Salmón El corrector
Barcelona: Seix Barral, 2009 p.32
Para mi escribir es una necesidad. Y menos mal que escribo, si no, a saber porque me daría..
Para min, escribir significa manter o curso da enerxía, darlle a súa liberdade. O cerebro exprésase a través dos dedos, en forma de texto, de caricia, de onda.
A miña aperta na liberdade.
«…siempre estarán ellos esperándome…»,
sin pedírselo.
Si yo quiero.
Si tú quieres.
Voy a decir una ordinariez. A mí escribir me da dinero. Sólo que lo que escribo fijo que no lo quiere leer nadie de los que se pasean por tu blog.
Algo tenía que escribir esta vez, princesa, después de tanto tiempo desaparecida…
En cuanto a ellos, menos mal que me esperan magnánimos y comprensivos después de haber violado yo su medio.
Pois a min Peñagrelo déixame coa curiosidade de coñecer o que escribe. Síntome invitado, pero non sei a que.
Carlos, a menos que te pirren los temas técnicos, créeme: No te interesaría ni un poco.
Como sabes, dilecto Peñagrelo, que non me interesan os temas técnicos? Desde que meu pai me impedía pór as mans no Meccano, quedoume unha arela importante nese eido.
Unha aperta
Para mí volver a escribir, tras años, ha sido volver a encontrarme. Ha sido parar el tiempo de las horas y darle espacio a la reflexión. Sin reflexionar en este espejo, la vida es menos vida. Me encanta la parte surrealista de lo cotidiano.